Este post es patrocinado por la palabra de la semana: weird.
Ayer empezó raro. me dormí tardísimo armando unas ilustraciones el día anterior y entonces apagué el despertador, pero luego el reloj biológico se activó y me metí a bañar corriendo pensando que me había levantado right on time. NOT. Me levanté una hora antes, pos bueno a dormir otro ratito con el pelo mojado.
Fue uno de esos días donde la musa no coopera ni a patadas ( la entiendo, el proyecto estaba aburridísimo) pero si a eso le sumamos a mr. bitchy boss cambiando de opinión cada vez que baja las escaleras... something is bound to get ugly.
Me gritó y me habló feo. Y yo no tolero nada bien esas cosas, me da por llorar, pero no podía llorar con ese señor porque pos no, el orgullo y no lo merece y blah, aguanté como los valientes (ja). Hasta que se fue y me pegó el sentimiento y snif snif y el coworker no hallaba que hacer conmigo.
Y me dio más coraje todavía porque yo dije que no iba a let it get to me. Otro pro a la lista de razones para volverme freelance en el futuro cercano.
Mi estado zen peligraba, y yo que yale estaba agarrando el gusto a esto. En otras noticias, contábamos con un plan a, que parecía no ir a concretarse y un plan b que incluía la frase martinis gratis, pero...plan a era terriblemente intriguing.
Y que plan a sí prosperó de repente.Right on time. Y fuimos (y podría entrar en un play by play, pero no, de momento me gusta solo para mí) y fue weird, pero ese weird chido, mistery guy lived up to the hype, bigtime + una taza de café que parecía plato de cereal y ya se imaginarán el rush de cafeína.
You never knew why you felt so good
in the strangest of places
Salí de ahí en modo hyper, pensando cuantas vueltas iba a tener que dar con los perros para lograr dormir cuando llamó la chica apestona, ya no había martinis, pero que tal si íbamos a cenar? Vale, vamos. Fue un buen cierre de noche, aventamos palomitas, amistamos con un perro que estaba afuera de un restaurante, y terminamos en las pizzas amore (mmm pizza) donde me di a la tarea de informarle a la gente sobre sabores como, peroni y cositas, o solo de cositas y así, para risa/exasperación del señor encargado, al que la chica apestona y yo convencimos de que nos regalara una trufa por ser adorables y hacerlo reír.
Y la chica apestona escupió su comida y Dj pizza ponía clásicos como Garibaldi o 17 años que coreábamos con gusto.
Ah, y pasamos por un restaurante donde estaba Natalia Lafourcade (quien a mí sinceramente me viene dando lo mismo, con disculpa de Servibar) y pseudo-obligamos a Servibar a ser groupie y tomarse una foto con ella, y se emocionó mucho. Ella creo que se sacó de onda de ser divisada a través de una pared.
We can see the stars
from where the birds make their homes
staring back at us.
Llegué y no podía dormirme, en parte por tener manos y pies congelados, en parte por ese rush electricoso de restos de cafeína y whatnot.
I like whatnot.
Friday, November 27, 2009
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ja ja ja, en efecto, día raro.
ReplyDeleteEspero que tu semana haya cerrado mucho mejor :D
Encantada de conocer tu blog!
Simone
muchas gracias! y sí, mi semana prosperó como las grandes! que gusto que te des una vuelta por acá
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